100 g. de queso costeño, o queso semi-duro (en Brasil usamos queijo coalho), rallado fino
100 g. de Maizena (almidón de maíz)
1 cucharada pequeña de azúcar
1 1/2 cucharita de almidón de yuca
1 1/2 cucharita de polvo de hornear
1 huevo pequeño (~35 g., o usa la mitad de uno grande)
sal (si es otro queso que no sea costeño que es menos salado-- para el queijo coalho, eché 1/2 cucharita de sal)
2-3 cucharadas de leche entera
Aceite para fritar-- hay que usar aceite fresco para estos, los buñuelos cogerán cualquier mal olor o sabor de aceite usado
Usando
los dedos, amasa todos los ingredientes juntos con el queso, después
echa el huevo y amasa para que esté distribuido uniformamente. Echa la
leche de a poquitos hasta que tengas una masa suave de la cual puedes
formar bolitas. Fijate que está bien de sal. Haz bolitas de 2.5 cm. de
diametro-- a mi me parece más facil apretar la masa a un cubito y
después rollarla entre las manos para darle más la forma redonda.
Calienta
una ollita con 4-5 cm. de aceite a fuego medio. Necesitas suficiente
aceite para que los buñuelos puedan flotar y voltear.
Si tienes un termometro, quieres que el aceite esté entre 150-180ºC.
Cuando el aceite esté caliente, echale los buñuelos uno por uno a la
olla. Puedes fritar varios juntos, pero tienes que dar el aceite un par
de segundos para subir de temperatura de nuevo después de echar cada
bolita. Deberían empezar a crecer lentamente, y si el calor está bien,
voltear solos. Cuando
estén bien bronceaditos, sacalos con una espatula y colocalos sobre un
plato con papel de cocina para absorber el aceite en exceso. Servilos
caliente, o a temperatura ambiente. Si te sobran para el día siguiente,
ten en cuenta que se ponen duros. Los colombianos típicamente echan los
buñuelos que sobran al día siguiente en pedazos a su chocolate en el
desayuno. Rinde ~ 20 buñuelos pequeños.
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